En cuanto al primero, vemos una evolución natural del sistema de estados de ánimo básico que ya vimos en Los Sims 3. Ahora nuestros Sims son más sensibles a las acciones que ellos mismos realizan - o que realizan otros Sims a su alrededor. Y esos sentimientos influyen en su comportamiento. Así, por ejemplo, si tu Sim está enfadado y se pone a practicar deporte para liberar estrés, será cuando más aumente su rendimiento. De igual forma, un Sim estudioso rendirá más en un espacio tranquilo que en medio de una fiesta. Así, cada partida se vuelve única e impredecible, ya que según las experiencias que vayan teniendo, tus Sims reaccionarán de una forma u otra y sus interacciones con otros Sims también serán diferentes.
Respecto a las dos herramientas de creación, tanto el modo Crear un Sim como el modo Construir han mejorado enormemente, y ahora permiten crear Sims y casa con mucho más detalle y de una manera mucho más sencilla. En el apartado de Crear un Sim podrás modular los rasgos de tu personaje con el puntero del ratón, sin necesidad de usar esas incómodas barras que tenías que mover a derecha o izquierda. Las posibilidades de personalización son casi infinitas, desde el torso hasta los pies, y llegan al extremo en el rostro de tu Sim. Con cierta maña y un poco de paciencia, podrás clear un clon tuyo casi perfecto...
En el apartado de Construir, por otro lado, las acciones se han simplificado mucho. Si te da pereza esto de la decoración y el interiorismo, buenas noticias: en Los Sims 4 puedes adquirir habitaciones completas, totalmente amuebladas, e insertarlas directamente en tu casa. Y a la hora de hacer reformas - por ejemplo, ampliar una habitación que se nos ha quedado pequeña o cambiar su forma - basta con arrastrar las paredes con el ratón. ¡Di adiós a tener que borrar paredes o mover objetos individualmente!
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