Análisis y conclusiones finales de Los Sims 4 para PC

Los Sims 4 llega por fin a PC, y lo hace como siempre, en un mes de septiembre aunque 14 años después de la primera entrega, en 2000. Y el pobre se encuentra con un panorama ciertamente complicado por la presencia de unos molestos invasores que se han llevado a parte de su público potencial: los tablets y smartphones.

Y Electronic Arts tenía la obligación de combatirlos, lanzando una nueva entrega que recogiera el testigo de Los Sims 3 y, más importante todavía, que pusiera el marcarón de proa en dirección al futuro, en una revolución que desde Maxis estaban obligados a hacer. Pero resulta que no. Que la fórmula utilizada ha sido ‘más de lo mismo pero menos’. Nos explicamos.
En la parte del ‘más de lo mismo’ está la fórmula original, la de Will Wright donde manejamos a un personaje e interactuamos con el mundo. Hasta aquí más o menos lo de siempre con algunos cambios sustanciales como son las emociones, que afinan algo más las reacciones de los Sims y los objetivos que pueden conseguir en su relación con objetos y personas. Pero como normalmente no entendemos nada de nada (de lo que hablan), pues resulta que salvo que miremos al gráfico de abajo a la izquierda, no sabremos exactamente qué quieren decirnos.

Si ‘el más de lo mismo’ es una clara estrategia continuista, con pequeños cambios, en lo de ‘pero menos’ hay que meter el mundo en el que viven, un barrio que es inexplicamentemente más pequeño que el de Los Sims 3 y que, encima, está separado y no funcionan como si se tratara de un ‘open world’. Desconocemos la razón que les ha llevado a particionar el mapa de juego, pero el caso es que lo han hecho, y no beneficia para nada a su desarrollo.